Se pelan y cortan todas las verduras a dados de unos 2 cm.
Se ponen en una cazuela con un poco de aceite a fuego fuerte, se les da unas vueltas hasta que cambien de color.
Se añade el caldo o el agua hasta cubrir, se baja el fuego un poco y se tapa.
Se tiene que remover de vez en cuando y se apaga el fuego cuando las verduras estén blandas.
Se tritura y se sirve con un poco de pimenta negra, sal y un chorrito de aceite.