Colocas la leche a calentar a fuego lento moviendo constantemente con cuchara de madera para que no haya grasa o no se queme. Cuando comience a hervir y a echar humo dejas pasar 5 minutos más y le agregar el vinagre o el zumo de limón. Apagas el fuego y sigues revolviendo despacio. Verás como la leche se va convirtiendo en trozos sólidos y se corta. Si en medio minuto no se corta entonces debes agregarle más vinagre o limón hasta lograrlo. Dejas pasar 10 minutos.
Aparte, le colocas a un colador grande unas cuatro capas de tela limpia, del tipo de escurrir, y cuando pasan los 10 minutos colocas el queso en el colador y lo dejas escurriendo 5 minutos. Atas la tela a una cucharada de madera y la dejas colgando sobre el colador por media hora para que el queso suelte todo el suero. Una vez que pasa ese tiempo cortas con una tijera la tela y ya tienes el queso fresco.
Lo último es salarlo desmenuzandolo con las manos para que la sal se incorpore. Después acomodas el queso en un molde, lo tapas con un filme y lo dejas toda la noche en la nevera. Para servirlo lo mejor es desmoldarlo, puedes agregarle morron, o aceitunas y le daras otro toque y sabor o humedecerlo con unas gotitas de aceite de oliva.
Hola!
Muy interesante!!
La leche debe ser entera? Se puede hacer tb con leche vegetal?