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Mezclar los 200 grs. de harina con los 110 grs. de queso rallado. Una vez mezclado, añadir pimienta y sal y volver a mezclar. Esparcer en la mesa en forma de círculo. En el medio del círculo; utilizamos la manteca pasada por nuestras propias manos (hasta que quede derretida a temperatura ambiente) y agregar el huevo batido.
Procedemos a mezclar la preparación del primer paso con la del segundo paso. Mezclamos el círculo de harina con queso rallado con la manteca y el huevo batido. Mezclar hasta tener una masa uniforme.
Introducimos la masa uniforme en un bol y la tapamos. La colocamos en el frigorífico durante una hora aproximadamente. Una vez pasada la hora la retiramos y la dividimos en dos partes.
Sobre una masa de pizza y un chorro de aceite procedemos a poner uno de las dos partes anteriores. Encima, colocaremos dos tomates maduros sin piel. Aplastamos los tomates hasta que quede uniforme. En este paso utilizaremos una parte del queso de mozzarella, 150 grs. (la mitad) y lo esparciremos encima de la masa que vamos obteniendo.
Repetimos los pasos anteriores: con el bollo de masa que nos sobra lo estiramos también encima de la masa que ya tenemos. Introducimos en el horno durante 10 minutos, lo retiramos y colocamos los dos tomates sin piel aplanados, el resto del queso mozzarella (150 grs.), las aceitunas, un poco de perejil y albahaca al gusto picada.
Introducimos en el horno por segunda vez y lo retiramos cuando el queso esté gratinado.
