Primero en un caldero ponemos agua a hervir y cuando esté hirviendo ponemos las espinacas durante dos minutos. Aparte remojamos el pan en leche y cocemos los huevos. Sacamos las espinacas, deshacemos el pan y lo mezclamos con la taza de leche y condimentamos. Lo ponemos al fuego hasta que esté cremoso.
Precalentamos el horno a 180 grados y en una fuente para horno ponemos la mezcla. Lo cubrimos con el queso rallado, los huevos duros cortados en rodajas y por encima la crema de leche. Gratinamos durante unos 10 minutos o hasta que esté dorado.
Servimos y a disfrutar del pastel de espinacas!