Los "calçots" típica receta catalana, se hacen a fuego vivo y lo ideal es hacerlos en las brasas y hay que decir que, aunque no es lo mismo que asarlos con el método tradicional, el resultado al horno sigue siendo bueno, muy bueno, además, apenas te ensucias y es rápido , permitiendo que si no tenemos barbacoa en casa o no nos apetece "ensuciar" los podemos degustar en nuestra cocina y el resultado es buenísimo.
Limpiamos los calçots sin quitar demasiadas hojas (tienen que quedar para poder pelarse después) y cortamos las raices.Lavamos y colocamos en una fuente de horno sin amontonar mas de dos pilas.
Colocaremos en la misma fuente para asar (para la salsa) los tomates, el pimiento, y la cabeza de ajos.
Asamos a máxima potencia hasta que veamos que el calçot queda tierno (30-40 min) .
Cuando estén asados prepararemos la salsa.
Pelamos los tomates y la cabeza de ajo, sacando con cuidado el ajo.
En un vaso de batidora introducimos:
Los tomates asados y pelados, el pimiento asado y pelado (o si hemos puesto a remojar las ñoras al menos un día antes , la carne de las ñoras ), el diente de ajo crudo, la avellana y la almendra , la tostada con vinagre, la sal y el pimenton. Batimos todo con cuidado a velocidad media, cuando empiece a tomar consistencia añadimos medio vaso de aceite de oliva sin dejar de batir .
La salsa debe quedar espesa para poder mojar los calçots y que la salsa se "peque" .
Servimos los calçots , pelamos con el método tradicional , a la salsa.... ¡¡¡ y a disfrutar !!!
¡BUENISIMOS!!
NOTA: esta salsa sirve para acompañar cualquier otra verdura a la plancha, al horno o a la brasa. Se conserva varios días en la nevera.
Para los que no dispongan de fuego a tierra, ni barbacoa, ni horno... se cogen los calçots uno a uno, se quita la primera capa que tiene un poco de tierra y tal, se corta la punta con las raíces, y se van cortando desde la punta hasta las hojas, ya sea con cuchillo o tijeras de cocina hasta llegar a la parte más verdosa en porciones y tamaño al gusto de cada uno.
Luego se hacen la sartén con un poco de aceite como cuando hacemos verduras a la brasa, hasta que veamos que están tiernos y la capa exterior ligeramente quemada (o muy quemada, siempre se puede quitar).
No tiene toda la liturgia de la receta original ni el sabor es el mismo, pero el producto es el que es y el sabor sigue siendo buenísimo.
Para quien le haga pereza hacer la salsa, en determinados súper venden una de la marca FruitsSP que es la mejor, no confundir con la salsa romesco de esa misma marca ni de cualquier otra, ya que por el color pueden parecer las mimsa pero el gusto no tiene nada que ver.
Evidentemente el gusto del calçot es el mejor de este tipo de cebollas tiernas, pero lo he probado también con puerros y, aunque como digo el gusto no es el mismo, debido al protagonismo de la salsa de calçots también es una buena comida.