Rehogamos a fuego lento en una cazuela con un poco de aceite los pimientos cortados en tiras y los ajos pelados y troceados en láminas. Cuando esten a medio cocer, añadimos los tomates pelados y troceados.
Cuando el tomate esté hecho, aderezamos y rectificamos la acidez del tomate con un poco de azúcar. En otra cazuela freímos a fuego lento las patatas cortadas en rodajas previamente salpimentadas y con dos o tres dientes de ajo. La patata debe quedar cocida y no crujiente. Las sacamos de la sartén y escurrimos el aceite, y procedemos de igual manera con el calabacín y la berenjena cortados en rodajas.
Con el seitán cortado en filetes finos les damos vuelta y vuelta en una sartén con un poco de aceite y reservamos. Es muy importante que estos ingredientes no queden aceitosos.
Luego, en un plato colocamos una capa con las patatas, encima otra capa de berenjenas, luego una capa de seitán o intercalado entre las capas de hortalizas y patatas y en la parte superior, la capa de calabacines. Se le da la vuelta a la hora de servir como si fuera un flan. Todo se cubre con la salsa de los tomates y los pimientos.
Se puede comer caliente o tibio pero no se recomienda comerlo frío.