En primer lugar, pelamos las zanahorias, las patatas y la cebolla, y las lavamos.También lavamos los champiñones, que vamos a trocear en rodajas. Trocearemos las patatas, las zanahorias y la cebolla.
Seguidamente, en una sartén grande vertemos un chorrito generoso de aceite de oliva y echamos las zanahorias en rodajas, cuando estén doraditas, las pasamos a una cacuela mediana. Esa cacuela no la ponemos todavía sobre una fuente de calor. En la misma sartén, volvemos a echar aceite y ponemos la cebolla troceada, al igual que antes, cuando la veamos dorarse la retiramos del fuego y la pasamos a la cacuela mezclándola con la zanahoria.
En la sartén volvemos a echar aceite y freímos los champiñones, hasta que se queden jugosos. De nuevo, los incorporamos a la cacuela con la zanahoria y la cebolla. Volvemos a nuestra sartén, donde echamos las patatas, que debemos dorar, pero sin llegar a freírlas.
Como antes, añadimos las patatas al conjunto de la cacuela y removemos todo bien. Ponemos la cacuela en la vitrocerámica y echamos el caldo de verduras. Cocemos a fuego medio e introducimos el curry. Yo echo dos o tres cucharaditas.
La cantidad de curry no está fijada, ya que te puede gustar o no el sabor a curry, por ello, si no estáis muy habituados o si no os encanta, sería aconsejable echar solamente 1 cucharadita (pero bien colmada porque si no, no coje sabor).
Removemos todo bien y lo dejamos a fuego lento durante media hora para que se ablanden las patatas y la zanahoria sobretodo.
Esto ha sido todo, espero que disfrutéis de la comida.