1. Pon a hervir agua en una cazuela. Una vez esta haya empezado a hervir introduce los tomates enteros, previamente lavados, durante 5 minutos.
2. Mientras pela los ajos, retira el germen y pícalos muy pequeñitos. Trocea también pequeño los pimientos rojos. Reservar ambos.
3. Una vez hayan pasado los 5 minutos, saca los tomates de la cazuela (con cuidado de no quemarte). Espera un poquito para que no quemen y después retírales la piel (no dejes que se enfríen del todo o será más difícil pelarlos) y quítale el centro (por donde sale la rama).
4. Pon una cucharada de agua en la cazuela, echa el ajo partido pequeñito y ponlo a fuego fuerte. Una vez haya desaparecido el agua y "pochado" el ajo, echa los pimientos y sofríe por 10 minutos (a fuego fuerte). Pasados estos 10 minutos echa a la mezcla anterior los tomates pelados y partidos en trozos, baja el fuego a temperatura media, echa la sal, cubre la cazuela con una tapadera y cocina por 15 minutos.
5. Pasa la batidora a la mezcla (del ajo, los pimientos y los tomates) en la misma cazuela. No hace falta batir mucho, basta con dejar una mezcla con tropezones pequeños.
6. Echa los garbanzos. Yo en este caso, al ser un guiso, no retiro el agua que ya viene con los garbanzos en el bote pues ello hará que la salsa quede más espesa. Tenlo a fuego alto y por otros 15 minutos, ¡no te olvides de ir removiendo! Puedes dejarlo más, al gusto de lo liquido que prefieras el guiso o lo golos@ que seas mojando pan ;)
Si al final decidiste ponerle perejil, que sea antes de sacar el guiso de la cazuela. Remover y....
¡Y listo!