1. En un bowl, ponemos los ingredientes secos y primero agregamos la leche, luego el aceite y por último la esencia y el whisky (siempre revolviendo para evitar que se hagan grumos). Batimos bien hasta que nos quede una mezcla homogénea.
2. Una vez lista la mezcla, agregamos los cubitos de manzana. Revolvemos bien.
3. Vertimos en un molde previamente aceitado y enharinado.
4. Llevamos al horno a temperatura media, aproximadamente 20-25 minutos. Para asegurarnos que esté lista, pinchamos con un cuchillo y vemos que salga seco.
5. Desmoldamos y mientras dejamos que se oree, preparamos el caramelo para la cobertura. Yo usé alrededor de media taza de azucar. La llevamos al fuego mínimo y revolvemos hasta conseguir un líquido oscuro y burbujeante. Una vez listo, lo volcamos sobre la torta y esparcimos.